comía un retrato de quelites ,o cacomanía

comía la flor de mis palabras y

comía el aire comía la luz de mis

dedos y comía el árbol comía el

túnel de mi voz y comía el asfalto

comía la luna de mis aguas y comía

la plomería comía el celular de mi

sobaco y comía la sombra del

silencio comía la tos de mis dedos y

comía la muerte comía la tinta de mis

legumbres y comía el río de noche

comía el peldaño de mis rodillas y

comía el viaje hacia mi trasero ciego

comía la plata de mis huesos y comía

la última salida comía la comida

intragantable de los labios partidos

en cinco pesitos de hueso comía la

pluma ahogada de mi cara de almejas

y comía el camino invisible que surge del mar